En este artículo examino algunas representaciones culturales recientes que ofrecen una óptica de la violencia colombiana distinta a la del confl icto armado entre paramilitares, ejército y grupos guerrilleros.Específi camente me enfoco en la novela gay, que por serlo se encuentra inevitablemente dentro de una discusión sobre diversos tipos de violencia: la exclusión social, las limpiezas sociales, la discriminación y, más recientemente, la existencia y la no prevención rigurosa de la transmisión del retrovirus que causa el síndrome de inmunodefi ciencia, el VIH.Tal vez no son los tipos de violencia sobre los cuales normalmente pensamos, sobre los que se enfocan los violentólogos, las mesas de diálogo o los políticos cuando hablan de confl ictos y del confl icto armado en Colombia.Sin embargo, es una violencia que merece tanta atención como la "tradicional".No sólo por sus consecuencias para la salud pública del país, sino también por su peso real como una violencia que priva a la gente del derecho, contenido en la Constitución Política de Colombia de 1991, a "la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz", sin olvidar el respeto a la "dignidad humana", según la Declaración de los Derechos Humanos decretada por las Naciones Unidas.En este trabajo analizo específi camente la violencia implícita y explícita en el discurso sobre VIH sida en Colombia.El no reconocimiento del retrovirus y la extensión de su transmisión entre la población, constituyen un instrumento para la exclusión de los grupos afectados, y es causa de una parte de la violencia.Esa falta de reconocimiento es consecuencia de una política tradicional, y más precisamente de una política cultural tradicional que al silenciar discursos y prácticas alternativas a la matriz heterosexual, desapareciéndolos e invisibilizándolos, intensifi ca la violencia y la vuelve más peligrosa.En muchos casos estamos obligados a tratar con productos culturales cuyos discursos de lo gay o del VIH sida aparecen de manera simbólica o metafórica, porque el peligro de hablar abiertamente de estos temas en el contexto social colombiano es evidente dentro de una realidad social donde se siente el peso de la ley tanto en sus formas legales como en sus formas extralegales.