En el presente trabajo mostramos los datos de una actividad realizada con estudiantes universitarios. La actividad constaba de dos partes: en primer lugar, una experta dió una conferencia sobre estilos de vida y salud, haciendo referencia a las principales conductas de salud y de riesgo, el efecto de éstas sobre la salud, los factores que determinan su instauración y mantenimiento, y las posibilidades de cambio. Posteriormente, se realizó un taller en el que el alumnado trabajaba con el “Cuestionario de prácticas y creencias sobre estilos de vida” (Arrivillaga, Salazar y Gómez, 2002), completándolo y analizándolo, planteando en los casos necesarios las intervenciones oportunas. Los objetivos eran que el alumnado fuese capaz de identificar sus propios hábitos, conductas de salud y conductas de riesgo, así como valorar su intención de participar en actividades de promoción de su salud o de prevención de riesgo, tras la realización de la actividad. Encontramos que, con respecto a la valoración inicial, al finalizar la actividad un mayor número estaría dispuesto a participar en programas de promoción de la salud o prevención de la enfermedad. En conclusión, podemos afirmar que las actividades informativas y de sensibilización pueden ser una estrategia importante en la motivación para el cambio.