Se propone una lectura del Vivir Bien-Buen Vivir para inferir aquellos principios que podrian constituir una etica distinta que sea una alternativa de vida frente a la crisis ambiental. El argumento central es que esta etica tiene como finalidad construir relaciones de convivencia y complementariedad entre los seres humanos y entre estos y la naturaleza. Ello se expresa en una renuncia al “vivir mejor” propio del paradigma desarrollista, en un transito del criterio de eficiencia hacia la suficiencia como principio guia de la accion, y en la ruptura con el antropocentrismo y su remplazo por el enfoque biocentrico.