<p>El presente artículo, en primera instancia, presentará la melancolía como mirada redentora del objeto, es decir, en la distancia de un “mundo desalojado” se halla la disposición sublime del hombre frente a las cosas. En segundo lugar se expondrá el papel de este objeto, representado por la técnica en las relaciones que el melancólico, <em>la figura de poder</em>, establece con los <em>otros </em>y cómo estas resultan coercitivas. Al final se concluirá con una exposición sobre una <em>dialéctica </em>que se instaura en la contradicción de ese carácter melancólico de la no-acción contemplativa y la <em>acción </em>de los otros como <em>resistencia </em>en la utopía de la redención del sí mismo. Esta última es una posibilidad deconstructiva de la “condición humana”.</p>