Despues de la promulgacion de la nueva Constitucion Politica de Colombia, dada en 1991, la reaccion inmediata la genero la opcion laicista del Estado, como un Estado aconfesional, donde se garantizaba, en condiciones de igualdad legal, la libertad de cultos o libertad religiosa. Si bien, la cotidianidad de la vida colombiana, desde el siglo XIX, se consideraba toda ella cristiana por sus costumbres, ritos y practicas religiosas, la ingerencia del mundo moderno secular ingresaba con carta de ciudadania en medio de una idiosincrasia popular banada de expresiones de religiosidad popular y lenguajes religiosos. El nuevo cambio inmediatamente laicizo las instituciones del Estado, en especial, la escuela publica donde la religion de antano cedio paso a la educacion en valores. Con el tiempo, es el mismo Estado, en su ley 115 de 1994, quien retoma el valor e importancia de la formacion integral del sujeto: considerandolo en todas sus dimensiones, una de ellas, la dimension religiosa o trascendente. Por lo tanto, el Estado volvio a considerar la materia de educacion religiosa escolar como una asignatura obligatoria y fundamental. El presente articulo hace una aproximacion a esta realidad