Este artículo recupera una reflexión lúcida sobre el poder, el ser y el resentimiento. El poder es fuerza, capacidad, mando, actualización de las potencias: explosión inconsciente de un querer que no teme querer, es decir, ausencia de culpa puesto que no existe ninguna instancia trascendente que emita un juicio universal sobre el bien y el mal: simplemente magnitudes de fuerza que se erigen como índice diferencial de los seres. Es partiendo de esta reflexión que se ahonda sobre la relación entre poder y resentimiento.