Tradicionalmente, la atribución de un resultado dañoso a su autor seha hecho a partir de un juicio puramente material o fáctico, en el cual,dependiendo de la teoría causal utilizada por el tribunal, la respuestasobre la existencia de un nexo de causalidad entre el perjuicio irrogado y la actuación del agente puede variar, a la vez que arrojar resultados que,a la luz de la equidad y la justicia, e incluso el sentido común, llegan a resultar exagerados o contraintuitivos. El presente documento aborda esta problemática para presentar, previo recuento de las diferentes solucionesque se le han dado a lo largo de la historia y de sus inconvenientes, la quese considera la teoría más adecuada para determinar la causalidad encada caso, por superar los defectos que se les achacan a aquellas que la precedieron y por su aceptación en el ámbito comparado. Con esta propuesta,se intenta evidenciar cómo, a partir de la diferenciación entre una imputación material y una imputación jurídica (o imputación objetiva),se logran resultados más acordes a la noción de justicia que subyace a la responsabilidad civil. Con todo, no se desconocen las críticas que se lepueden hacer a esta teoría, por lo que se presentan las alternativas quese consideran más idóneas para dar respuesta a estos señalamientos.