Se propone una reflexión crítica en torno a los paradigmas que han orientado el ejercicio de la educación física, desde una interpretación de la relación cuerpo-cultura. Se intenta promover el caos temporal para instalar un nuevo orden que corresponda a una resignificación del sujeto, en un contexto que se modifica, y a identificar la educación física como un agente de esa subjetualidad.