En el trabajo se destaca el testimonio del Consejero Lisboa, diplomático del Imperio del Brasil y viajero, quien navegó por el río Magdalena en 1853, y realizó las primeras gestiones en el establecimiento de los límites del Brasil con la Nueva Granada y Venezuela, países con estratégicas localizaciones entre la región amazónica brasileña y el mar Caribe. En la actualidad, las relaciones de estos países experimentan un cambio transformador positivo por la valorización de la parte norte del continente.