El escrito Lo imposible de presenciar ofrece una interpretación del nocturno de Paul Celan Du liegst por parte de un lector que no se presupone destinatario del poema. En consecuencia, el primer momento de la lectura sigue el consejo del propio poeta de alejar la pretensión de creer que el sentido de una palabra consiste en el significado que conocemos de ella. El segundo momento busca las coordenadas del sentido en la puntuación del poema, y su estratificación, en la rima, para penetrar en lo desconocido de la palabra por medio de una música desconocida. El tercer momento habla del presente del poema y de su segunda persona como signos de una poesía que no se hace ilusiones ni tampoco las proporciona.