Singapur, considerado un país inviable antes de 1960, pasó a ser un modelo mundial en la actualidad. Registrando algunos de los mejores índices a nivel global, en varios aspectos: es uno de los centros financieros y de comercio más grandes del mundo; es el segundo puerto más importante, con mayor volumen de actividad; sus políticas e infraestructuras de manejo del recurso hídrico son unas de las más eficientes; se clasifica como el tercer país con mayor ingreso per cápita a nivel global, además de figurar entre los primeros países en las listas internacionales de educación, sanidad, transparencia política y competitividad económica.