especiales y singulares que se llevan a cabo tanto en el lenguaje como en el imaginario» (19).Premisa porque sólo en un horizonte reflexivo donde la literatura ha perdido su condición de valor intrínseco es posible desplazar la pregunta por las condiciones de posibilidad del hecho literario al terreno de la institución.Resultado porque para llegar a la negación de la literatura «en cuanto tal» es necesario reconstruir las bases de su «existencia real» a partir del estudio de las mediaciones y las prácticas institucionales.La afirmación sirve además como indicio de las dificultades y la relevancia de un trabajo que, desde su aparición, se ha convertido en referente importante dentro del dinámico campo de la sociología de la literatura.