Frente al pesimismo kantiano acerca de la validez de la razón humana por lo pronto teórica, en glosa al planteamiento de Leonardo Polo se sugiere una plausible manera de entender la índole de la intelección que por ascendente cabe llamar “racional” y según la que se accede a Dios o, más aún, entera se trueca la persona en búsqueda, y de acuerdo en último término con las distintas dimensiones o direcciones correspondientes a los hábitos intelectivos superiores, sabiduría, intelecto, sindéresis y ciencia.