<p>Resulta indispensable, a la hora de efectuar el análisis de la evolución de los derechos humanos en el bicentenario constitucional colombiano, afrontar el estudio de una de las etapas después de un periodo histórico y nosotros lo llamamos la internacionalización constitucional, como resultado de la suscripción y ratificación de una serie de convenios internacionales. El Estado tiene claras obligaciones en múltiples sentidos, uno de ellos es obviamente el deber de protección y garantía.</p><p>Ahora bien, no se debe perder de vista el realce de varias figuras jurídicas, tales como el principio del pacta sunt servanda, el bloque de constitucionalidad, y el fenómeno de globalización.</p><p>Es importante considerar la problemática jurídica del respeto de los derechos humanos.</p><p>No es un problema del régimen interno de cada Estado, en el sentido de tener que respetar únicamente las previsiones constitucionales, sino que, de manera mucho más extensa, se trata de integrar, complementar y compatibilizar el ordenamiento interno con las obligaciones adquiridas por vía de la firma y ratificación de tratados internacionales, máxime cuando se trata de temas referidos a los derechos humanos. La aproximación que se efectúa en el presente escrito comienza por el derecho primario de la vida, sin duda el más importante de todos los derechos humanos, y su tratamiento en su periodo de internacionalización constitucional, con especial reflexión en torno al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, como escenario de protección que por excelencia vincula a Colombia.</p>