El entorno histórico de José Martí se desenvuelve en un mundo donde se imponen dos potencias: Estados Unidos y Alemania. Reino Unido y Francia controlan el comercio y las materias primas, además del dinero. Las naciones y las alianzas entre ellas permiten el reparto de las colonias. Los mares son la gran vía de comunicación, complemento de la locomotora en el transporte de grandes volúmenes. Las máquinas de vapor, la electricidad y el motor se desarrollan a gran velocidad. La esclavitud está dando sus últimos coletazos. El Parlamentarismo está limitado porque el sufragio aún no es universal, pero el Liberalismo se va abriendo paso y el Estado democrático se plantea como garantía de los ideales comunes. Pero en esta carrera hacia el progreso España, preocupada por sus problemas internos, se está quedando retrasada. La población, empobrecida, sólo tiene una salida, la emigración, también la ideológica. El progreso político se suma al progreso industrial.