El acelerado cambio técnico y organizativo en los procesos de producción, como el mayor potencial de consumo, el desarrollo científico que ha hecho posible alargar la vida de las personas y posicionarnos en el mundo de las ciencias, la tecnificación progresiva de la sociedad, la exclusión que ésta misma genera, el desarraigo provocado por las migraciones, o el desplazamiento forzado, la dispersión de las familias, el recrudecimiento de la violencia y la delincuencia, hacen que la Educación Superior deba orientarse hacia nuevos campos que permitan determinar currículos que preparen adecuadamente para el ejercicio de las profesiones y nuevas acciones sociales. la cooperación, las alianzas estratégicas y la conjunción de esfuerzos y recursos de organismos públicos, privados, ONGs, e instituciones de Educación Superior se ofrecen como la opción para la construcción colectiva de propuestas de transformación social, en función de un enriquecimiento continuo de los conocimientos y del ejercicio de una ciudadanía adaptada a las exigencias de nuestra época.