Este artículo tiene por objetivo presentar una perspectiva interconectada entre el cuerpo y el lenguaje como experiencias de lo vivido. Se parte de una aproximación a la fenomenología del cuerpo propuesta por Maurice Merleau-Ponty como perspectiva que reivindica el cuerpo como punto de partida de la experiencia humana. En estos términos, el cuerpo es una experiencia ambigua, de tránsito y mixtura donde el lenguaje es expresión desde la <em>promiscuidad </em>en el horizonte de los otros y del mundo<em>.</em> En esta perspectiva, se plantea una forma de <em>volver al cuerpo</em> a partir de la <em>literatura</em>, como experiencia de emancipación <em>en</em> el lenguaje, como posibilidad de autoexploración en constante inacabamiento sobre la experiencia vivida, que se traduce en el acceso al propio cuerpo, que por constitución cultural en occidente es subordinado.