El último gran discurso del Papa Juan Pablo II durante su Viaje apostólico a España fue el que pronunció en la catedral de Santiago de Compostela, ante la tumba del Apóstol, el 9 de noviembre de 1982.Era Año Santo Jacobeo.Tuvo por tema a Europa, y quiso que estuvieran presentes en aquel acto representantes de organismos europeos, y de las organizaciones y de los obispos del continente.El Papa evocó «aquellos caminos que, ya desde la Edad Media, han conducido y conducen ( ... ) innumerables masas de peregrinos, atraídas por la devoción al Apóstol» (47,1).En efecto, todos los pueblos de Europa, nórdicos y meridionales, eslavos, francos y germanos; todas las clases sociales, reyes y aldeanos, santos y pecadores, nobles y comerciantes, borradas todas las diferencias por el denominador común de su carácter de peregrinos, se dieron cita en Compostela, adonde acudían a postrarse ante los restos del Apóstol para alcanzar el perdón en los jubileos, para cumplir un voto, o simplemente por devoción.Europa entera estaba en torno al sepulcro de Santiago, «justo en los mismos siglos en los que ella se edificaba como continente homogéneo y unido espiritualmente» (47,1).Señalar esta sincronización quizá fuera un cumplido por la coincidencia de pronunciar su discurso sobre Europa en Compostela, aunque es más probable que eligiera Compostela, precisamente por su significación y por ser Año Santo