Bogota es una ciudad que tiene en medio las contradicciones de nuestra democracia, las vicisitudes de un mundo publico fragil y las contrariedades de una vida compartida que es ajena o cuando menos indiferente con la diferencia. En este universo urbano concurren los esfuerzos del pais que pretende la democracia con el pais que no logra desatar las cadenas del estamentalismo y de las convicciones estamentales, lo que se manifiesta en la incapacidad de universalizar derechos, hecho que conduce a escenarios de marginacion y confinamiento, de exclusiones sociales, politicas y culturales y, en ultimas, de segregaciones fisicas, economicas y sociales que muestran a Bogota como una ciudad altamente fragmentada, incapaz de erigir una cultura publica cimentada en el reconocimiento del otro y en el respeto por las diferencias.