Editorial • El sistema de salud y sus fantasmas ActA MédicA coloMbiAnA Vol.37 n°1 ~ EnEro-MArzo 2012EditoriAl "Lo más difícil, lo más importante.Lo más necesario, lo que a todos modos hay que intentar, es conservar la voluntad de luchar por una sociedad diferente sin caer en la interpretación paranoide de la lucha". Estanislao ZuletaEl sistema de salud es una torre de babel, en donde convergen tan diversos intereses que dentro de sus prioridades difícilmente cabe el bienestar de las personas que acceden a él.Hacer un análisis riguroso es casi imposible, pues son demasiadas aristas; sin embargo, desde nuestra posición podemos al menos comentar las bondades y dificultades que tiene, desde la erudición que nos da la práctica del día a día, la del contacto con el paciente, la de los triunfos en sus tratamientos y la de los fracasos en las pérdidas, en las que sólo nos queda la satisfacción de haber puesto todas las herramientas terapéuticas adecuadas a su disposición y haberlo acompañado a él y a su familia.El ejercicio de la medicina es un arte milenario, nutrido recientemente de ciencia, pero sin dejar de lado su esencia humanista, puesto que lo más importante en su concepción es el ser humano, con sus bondades y sus miserias, su familia, su entorno y sus creencias.del médico de cabecera, aquel ser bonachón, apacible, que con tesón se enfrentaba con su estetoscopio y algunas otras herramientas rudimentarias al reto del proceso salud y enfermedad, que de igual manera atendía con dedicación a la parturienta a traer un nuevo ser en condiciones precarias, en lugares apartados; como al abuelo anciano con las vicisitudes que trae el correr de los años, que se llenaba del agradecimiento de sus pacientes y terminaba con su consultorio lleno de gallinas y otras dádivas, con el corazón pleno y el bolsillo lleno, que le permitía una vida cómoda, pasamos a inundarnos de tecnología, aquella que impone una barrera entre el médico y el paciente, a alejarnos de éstos y creer, como un sofisma real, que estamos acercando la mano de dios en goticas.Este "progreso", entre comillas, de la hoy llamada ciencia médica, en asocio con un sistema de salud basado en el aseguramiento, terminó por cosificar al paciente, lo convirtió en un número, en una historia, en un caso interesante y por último, desafortunadamente, en un cliente externo.¡Cliente!Podrían los economistas, si es que fueron ellos, haber podido inventar un vocablo más despersonalizador y humillante que éste, no, hicieron su mejor esfuerzo y lo alcanzaron.lograron que la salud dejara de ser un derecho fundamental, que como tal es inherente a nuestra condición de ser, al solo hecho de haber nacido, puesto que muchas veces es negado antes de hacerlo, y se convirtiera en un producto que se rige por la ley de la oferta y la demanda.Esto dio pie para que entrometieran sus narices, personajes que poco saben de salud,