En un inicio el trabajo de Monsalve se valio del trampantojo1 como herramienta discursiva e interpretativa de la representacion. Hoy su trabajo, aunque se mantiene en esta linea, ha superado la instancia de maestria tecnica que genera admiracion por parte del gran publico, para ubicarse en un sistema productivo mucho mas complejo, que parte del entendimiento, casi con vocacion cientifista, de los materiales que usa, sus limites y origenes. Asi, la obra de Monsalve aunque se inscribe en una tendencia de practicas contemporaneas –conocida por el amplio despliegue de alternativas formales y, sobre todo documentales– persiste en la busqueda de un conocimiento singular de nuestro entorno mediante que podemos alcanzar a traves del arte, pero esta vez no preocupado por cosas trascendentes como quiza lo hace la ciencia o la filosofia, se ocupa mas bien de asuntos aparentemente superfluos, a los que debemos agradecer la poetica de la vida.