Desde el primer momento, cuando vi la fotografia de Sayonara, tuve la intuicion de que esa muchacha habia muerto en circunstancias violentas. Asi como adivine que era prostituta por sus cejas toscamente depiladas y por su mirada suave y fria como el roce de la seda; asi como sospeche -falsamente- que debia llamarse Clara por contraste con la oscura luz que despedia, asi tambien recuerdo haber pensado que poseia ese tipo de belleza que le abre la puerta a la muerte. He seguido los episodios de...