En este artículo se presentan experiencias realizadas en el aula como espacio privilegiado para promover la oralidad. El maestro en su rol de acompañante genera situaciones para dar la palabra al estudiante a fin de que aprenda a tomar decisiones, a afirmar su individualidad y a potenciar su desarrollo integral. Las vivencias de oralidad descritas se llevaron a cabo en el ciclo inicial y contribuyeron al desarrollo social, cognitivo, afectivo, académico y convivencial de los niños, niñas y sus acompañantes, facilitando, además, procesos significativos de lectura y escritura.