El 9 de abril de 1948, dia del asesinato de Jorge Eliecer Gaitan, constituye un momento de particular importancia en historia de Colombia. En primer lugar, son muchos los que aun hoy, cincuenta anos despues de su muerte, consideran que ese magnicidio frustro indefinidamente las esperanzas de todos aquellos que veian en Gaitan posibilidad de acceder a una sociedad realmente democratica, mas justa, menos excluyente. Esta imagen tradicional que se tiene del caudillo del pueblo se encuentra legitimada, entre otros aspectos, por numerosos escritos en los que Gaitan aparece, invariablemente, como una especie de mesias que, una vez llegara a presidencia, iba a solucionar muchos de los males que en ese entonces aquejaban a sociedad colombiana. Los testimonios de muchisimos colombianos que vivieron epoca de la violencia corroboran esa misma imagen en que Gaitan aparece como el abanderado en lucha contra las injusticias sociales, corrupcion, exclusion politica, etc. Los estudios que se alejan de esta imagen, por el contrario, son muy escasos, pero algunos de ellos tienen el merito de ser lo suficientemente sugestivos como para cuestionar, en cierta medida, imagen que se ha hecho de Gaitan.