Este articulo analiza la llegada y recepcion del movimiento punk a la ciudad de Medellin. Toma como registros historicos su musica, su estetica, su simbologia, para, de esta manera, mostrar la realidad de un sector de la juventud marginal durante la decada del ochenta. Demuestra como el desamparo estatal, el quiebre de las instituciones tradicionales, los niveles de pobreza y el desbordamiento de la violencia en esta decada, indujeron a los jovenes a buscar nuevos medios de expresion y socializacion. En este contexto, ciertos jovenes acogieron la musica. Esta ultima permitio que muchos autodeterminaran sus vidas, y renovaran, a traves de ella y su carga ideologica, las formas de representacion politica y social. En este sentido, el punk representa una ruptura cultural que demarca la estructuracion de un nuevo camino para la juventud excluida.