Los estudios de historia economica han tenido desarrollos contradictorios a nivel internacional. Por momentos, aparecen rachas intelectuales que desplazan el interes hacia la teoria economica, con cierta vocacion de fuerte generalidad y de caracter normativo, que hacen perder el interes por la propia historia economica y las cambiantes condiciones del desarrollo, asi como por la historia del pensamiento economico. Otras veces, cuando surgen crisis paradigmaticas, ya sea por el propio desarrollo cientifico, ya sea porque las recurrentes crisis economicas cuestionan las creencias y las practicas establecidas, aparecen rachas mas intensas del interes por revisitar el pasado para aprender de el y a los pensadores cuyas ideas puedan haber ido quedando marginadas o en el olvido. Asi aparecen, de tanto en tanto, autores que logran un fuerte impacto en el debate de la ciencia economica por medio de sus contribuciones al estudio de la historia economica, como ha sido el caso del estudio de las instituciones, de los paradigmas tecnologicos, de las crisis financieras y de la desigualdad, por poner solamente unos ejemplos. En este contexto, en Iberoamerica tenemos nuestras particularidades. Mientras en los paises desarrollados la historia economica trata del estudio del pasado y los estudios del desarrollo tienen por objeto la problematica de los paises pobres, en America Latina la historia economica esta mucho mas atada al presente y se entrecruza con los estudios del desarrollo de forma mas intensa. Puede que esto se deba a que aun estamos por completar transformaciones que en los paises mas desarrollados ya son parte del pasado.