El ambiente económico de nuestro país ha cambiado. La apertura económica ha creado unos escenarios de competencia, que aún no comprendemos. Si antes, la eficiencia era una variable conveniente, ahora es obligatoria. El futuro está diseñado para quienes logren desarrollar ventajas competitivas sostenibles. Más que la diferenciación, el costo bajo parece ser la cualidad a desarrollar por nuestras empresas. Aquellas que ofrezcan una mejor alternativa al cliente serán exitosas, las demás pondrán en riesgo su futuro. La gerencia estratégica de costos es una herramienta que elevará la probabilidad de éxito, cuando el reto sea administrar diligentemente unos recursos escasos.