carchada con la que fue recibido el anuncio de La responsabilidad del filosofo en tiempos de crisis, como tema de un Congreso, pue(te ser un ^ r t e no desdenable a la discusion de ese mismo tema. Para ello, ^wyandose en algunas ideas de Bergson sobre la risa, se busca fijar cual podria ser su sentido en tal ocasion. Luego, despues de la carcajada y sus razones, se advierte que todavia quedan problemas que valdra la pena discutir, pero desde una tesitura modesta y sin solemnidad, como aquella que la carchada contribuye a promover.