El proyecto de desarrollar y promover una ética empresarial en las actuales empresas es una exigencia y no una opción para las organizaciones actuales. La ética, que desde hace ya varios años, se encuentra entre los pilares culturales y estratégicos de las organizaciones y pese a ello no ha podido desarrollarse concretamente como una herramienta que garantice la construcción de valores; por el contrario, ha tenido una preocupante tendencia a sustentarse solamente como una estrategia corporativa y de imagen empresarial. Este artículo intenta, siguiendo diferentes enfoques de la teoría administrativa, hacer un acercamiento a una propuesta de ética empresarial diferente, que se sustente en la confianza y en el valor de los empleados como base de las organizaciones.