A la luz de una carta enviada por Louis Pasteur a Pedro II, Emperador del Brasil, y de una comunicación pronunciada por el científico ante la Academia de Ciencias de París en 1885, se analizan los aspectos éticos de la experimentación científica en humanos y se cuestionan los problemas técnicos de la vacunación antirrábica a finales del siglo XIX. Se resalta la importancia de la vacunación contra la rabia hace más de un siglo, cuando no se conocía el virus causante de la enfermedad ni se habían sentado las bases de la moderna Inmunología. Finalmente, se hace énfasis en el papel fundamental que tuvo esta práctica preventiva en la creación del InstitUto Pasteur, entidad líder en la Investigación y el avance científico actuales.