Constelación" y "configuración", "irradiar" e "imantar", "epifanías" y "milagros" del sentido son algunos de los términos favoritos de Luz Aurora Pimentel, que aparecen de manera recurrente en sus ensayos, que conforman a su vez "constelaciones", "estructuras en abismo" y "centros de imantación semántica", para darnos indicios de sus claves de lectura y anunciar ese modo exquisito -esto es, a la vez inteligente y sensible, alejado de toda tecnocracia de las ideas, de todo análisis determinista, mecanicista, frío-, que emplea la gran crítica: el modo en que las grandes líneas interpretativas se van trazando y trenzando, reverberando y retroalimentando en sus tejidos de sentido.Cumple así este primer volumen de las Constelaciones la exigencia de todo gran trabajo de interpretación: a la vez el orden y la libertad, a la vez el rigor y la imaginación.Y así nos entrega su autora una serie de ensayos de encuentro con nosotros, sus lectores, que es una invitación y un acompañamiento para leer a sus autores dilectos -muchos de los cuales son los nuestros también.El libro que aquí comentamos abarca dos grandes grupos de trabajos: los que giran en torno de la teoría narrativa y los que nos abren a la literatura comparada.Temas todos ellos fuertes en la producción de Luz Aurora Pimentel, gran especialista -como ha dicho Julia Constantino-en teoría narrativa y narración metafórica, en teoría literaria y en literatura comparada, especialmente conocedora de las literaturas inglesa, francesa e hispanoamericana.