Reformas políticas enfrentando diversas problemáticas socio-económicas requieren una asesoría y un acompañamiento por parte de expertos. Aquí, el economista puede jugar un papel importante estudiando los fenómenos socio/político-económicos mejorando así el entendimiento de los problemas y ofreciendo posibles soluciones, los cuales puede diseñar, implementar y/o evaluar. Sin embargo, se observa una brecha entre la investigación y la docencia por un lado, y las necesidades en la práctica por el otro. El ensayo intenta explicar a qué se debe esta brecha y cuales son las consecuencias para el trabajo como asesor político. Finalmente, deriva unas propuestas para fortalecer el tipo de capacidades necesarias para el trabajo como asesor político en la carrera de economía