¿Qué ocurre, cómo se amarran y desamarran los múltiples hilos que constituyen ese nudo y al tiempo nudoso conflicto de sentidos‘, ese cruce de memorias y proyectos, de representaciones y prácticas, de normativas y decisiones, en interminado desenvolvimiento en el espacio-tiempo del ámbito universitario, que es el cotidiano estudiantil de nuestra Universidad? Usualmente presurosos, colgados de las manecillas del reloj o empujados por las previsiones de la rutina, circulamos por allí profesores, directivos, administradores del alma mater, a través de este atiborrado, fluctuante, magmático teatro de acontecimientos, rumbo al escritorio doctoral, al salón de juntas a la grave reflexión, al dogma palabrero o a la invención innocua, permitiendo que, como lo cantara John Lennon, la vida sea lo que está ocurriendo mientras nosotros estamos ocupados en otras cosas.