El discurso homogeneizante que notamos entre los miembros de la sociedad chilena no nace de manera espontánea ni tampoco resulta fortuito, sino que es resultado de una tradición historiográfica que se propagó y se instaló en el sentido común de muchos, el cual entendió y describió a nuestra sociedad de manera uniforme, especialmente hacia 1810. Así, el propósito de este trabajo es dar cuenta, a través de un análisis bibliográfico, cómo y por qué la historiografía liberal -responsable de este discurso-, caracterizó de tal forma a una sociedad diversa y heterogénea por definición.