Este artículo de revisión resalta el aspecto organizacional del proceso de aprendizaje y aborda la toma de decisiones desde las coordenadas teóricas de la complejidad, como una perspectiva que puede proveer una nueva comprensión de los problemas y sus mecanismos de resolución. La práctica cotidiana devela que las dinámicas de comportamiento en una organización no siempre responden a estrategias de decisión óptimas. Las instituciones educativas universitarias evidencian la necesidad de una readecuación de la toma de decisiones a las condiciones contextuales de la organización y sus integrantes. Ello es campo fértil para la evaluación de otras posturas epistemológicas.