En este estudio nos trazamos el objetivo de poner a prueba dos hipotesis sobre la biogeografia sudamericana: (1) la existencia de una marcada discontinuidad en los Andes del centro de Peru que separa las floras del norte y sur de Sudamerica y (2) la existencia de un bosque semideciduo mas o menos continuo en Sudamerica durante el Pleistoceno. De esta manera, intentamos profundizar nuestra comprension de las relaciones de la flora sudamericana. Realizamos una busqueda de diferentes fuentes de informacion publicada sobre las floras (inventarios) de 19 regiones secas de Sudamerica asi como una de Centroamerica y otra de Norteamerica. A fin de analizar los datos, empleamos tecnicas de ordenacion y clasificacion, las cuales brindan informacion mas objetiva sobre las relaciones fitogeograficas. Ademas, evaluamos indices de similitud entre las regiones. Encontramos 1.421 generos lenosos y herbaceos en las 21 regiones. Estas forman dos grupos: uno mayormente en el norte de Sudamerica y el otro restringido a la mitad austral del continente. Dentro del ultimo se pueden distinguir ulteriores subdivisiones. Casi todo el grupo norteno esta compuesto por bosques altos, semideciduos. Las regiones del grupo sureno van de bosques muy secos a matorral desertico. Nuestros resultados apoyan la existencia de una discontinuidad floristica en relacion con la flora seca andina. La flora surena (del sur de Peru al norte de Argentina y Chile) constituye un grupo floristico bastante diferente del presente en el norte de Sudamerica. El Chaco, aunque floristicamente mas afin al grupo del sur, parece constituir el nexo de conexion entre las floras nortena y surena. Dentro de la flora de Sudamerica, el desierto costero parece conectar a los semidesiertos calientes y frios. Nuestros datos tambien respaldan la hipotesis de la existencia de bosques pleistocenicos de tierras bajas en la mayor parte de Sudamerica. Posiblemente estos se extendieron incluso hasta Mexico.