La figura de Augusto Tobito Acevedo; su obra como arquitecto; su labor como docente; su papel en taller de Le Corbusier; su estancia en Colombia; su habilidad como dibujante, como copista, como escritor; su aficion por la coleccion de libros, revistas, dibujos y objets trouves, han quedado guardados en el baul de los recuerdos.