Son pocos los trabajos dedicados directamente al estudio del significado concreto de la fórmula "lides et mores".A su vez la escasa literatura sobre el tema centra su atención, de modo casi exclusivo, en torno al concilio de Trento y en menor medida al concilio Vaticano I (1).El resultado de estos estudios está lejos de llegar a unas conclusiones unánimemente aceptadas.Tal disparidad se explica por el hecho de que los datos que proporcionan las actas conciliares, sobre todo en lo relativo a Trento, son tan poco claras que se prestan a interpretaciones bien diversas.Se podría afirmar -quizá simplificando en exceso lo que de suyo es un tema más complejo-que