El artículo analiza la violencia escolar en el contexto de los actuales escenarios sociales y las nuevas prácticas culturales y simbólicas. Los ámbitos de exclusión, los medios masivos, las estrategias preventivas, las tecnologías de la comunicación, las formas actuales de producción son invocados para analizar una violencia implosiva que irradia desde el interior del sistema y destruye lo social. En dicho contexto, son interrogadas las promesas de la escuela de incluir e integrar las diferencias de raza, género, sociales, culturales, etcétera. Los nuevos relatos emancipadores, más allá de su eficacia, parecen disfrazar —y renovar— los viejos circuitos diferenciales de la escuela mientras una parodia en gran escala reproduce los simulacros y diluye la promesa multicultural.