La guerra fria y sus efectos sobre los medios de comunicacion en Occidente y, con frecuencia, sobre los analisis de algunos especialistas y kremlinologos, nos han acostumbrado a asociar el tratamiento de la cuestion en los paises socialistas en general, y en la URSS en particular, con una ideologia especifica —el marxismo-leninismo, en cuyo marco los fenomenos etnicos y nacionales han sido descalificados como epifenomenos a la lucha de clases, expresiones de la burguesia y, en general, relictos historicos prontos a desaparecer a medida que avanzase y se consolidase el comunismo a nivel mundial (1). Sin embargo, un analisis mas detallado de la conceptualizacion del problema en los padres fundadores del marxismo-leninismo, puede llevar a otras conclusiones. En principio, es de senalar que si bien esta vision general fue promovida y compartida por Marx y Engels, al margen de la proyeccion de algunos estereotipos y prejuicios nacionales muy particulares, y fue asumida como tal por Rosa Luxemburgo, Plejanov y Radek, y llevada hasta cierto punto a la practica por Lenin, los marxistas austriacos Renner y Bauer insistieron en la importancia del papel de las naciones en los procesos revolucionarios y eventualmente plantearon que estas podrian inclusive sustituir a las clases en la conformacion de las nuevas sociedades socialistas, planteamientos que volvieron a emerger con fuerza a partir de los procesos de descolonizacion y de las luchas por la liberacion nacional en el Tercer Mundo (2).