La lectura del libro Experiencias desnudas del Orden. Cuerpos deformes y monstruosos plantea el reto de hallar el vinculo organico entre Medicina, Biologia e Historiografia durante el siglo XIX. Ese vinculo se encuentra en el concepto de “seleccion natural interna”. Para comprenderlo a cabalidad es necesario un recorrido precedente, asi:En la parte I (La fuga del doble) se esboza la Idea bajo la cual el cuerpo deforme se halla sometido a la forma, es decir, a las mismas leyes que rigen el desarrollo y evolucion del cuerpo normal. A esta idea se le suma, a modo de corolario, la exclusion de cualquier otra manera de comprender o explicar la naturaleza del cuerpo deforme que no sea la estrictamente cientifica, o al menos, la que hoy por hoy se comprende bajo este rotulo. Aqui se encuentra justificada la inclusion de dos principios de la logica: el principio de identidad, comprendido de manera objetiva, o mas exactamente ontologica: de una premisa verdadera solo se deducen conclusiones verdaderas; y el principio del tercero excluido.La parte II (El doble y el velo ideologico), la mas extensa, ataca el problema de la Apariencia. Podemos imaginar al Centauro Quiron ensenando a Aquiles el modo de tocar la lira, pero no podemos imaginar “ objetivamente” a un ser mitad hombre y mitad caballo, porque no es posible someter el hecho a una relacion de causa y efecto, y esto porque no es posible alcanzar la velocidad de la luz, es decir, es posible configurar, en una misma percepcion, a un hombre o a un caballo, pero con “distintas” materias; a su vez, la trayectoria luminosa reconfigura la imagen nuestra, como observadores de aquel caballo o de aquel hombre, tambien con “distintas” materias, pero siempre la percepcion final y acabada, la diferencia en la diferencia, revierte, para la ciencia, como algo identico: ese hombre o ese caballo. ?De donde entonces la imagen del centauro?